martes, 23 de noviembre de 2010

Buenos Aires a la cabeza del arte

Buenos Aires está catalogada como la ciudad con más movimiento teatral del mundo. Entre el circuito comercial, oficial e independiente, se presentan alrededor de 400 obras por semana. Esto hace que haya una gran variedad de oferta para satisfacer todos los gustos del público, pero al mismo hace difícil para todo el que trabaja en el teatro pretender vivir de él.

La oferta muchas veces supera a la demanda, y la gran competencia que se genera obliga a las producciones a mejorarse función a función. Actores, directores, guionistas, escenógrafos...la fuerte competencia los obliga a exceder sus roles tradicionales y esforzarse por conseguir fondos sea como sea para mantener sus funciones en cartelera.

Los subsidios son una vía, como las fiestas, rifas, publicidades. Nicolás Barsoff es egresado del Instituto Universitario Nacional del Arte. En su carrera en el teatro independiente ha hecho de actor, director, guionista y asistente de dramaturgia. Este año le fue concedido el subsidio del Instituto para la Protección y Fomento de la Actividad Teatral no Oficial de la Ciudad de Buenos Aires (PROTEATRO) por su trabajo en la dirección de Tríptico, que estuvo en cartelera durante tres años.

Ravina: Defensor de Fernando Carrera en el Rati Horror Show

Hace no mucho en Sacarte publicamos una entrevista al director Enrique Piñeyro y hablaba sobre su última película, el Rati Horror Show.
El documental ficcionado cuenta la historia real de un hombre que pasó con su auto cerca de un robo, policías vestidos de civil lo consideraron sospechoso y lo fusilaron. Fernando Carrera quedó inconciente, el vehiculo siguió su marcha, atropelló y mató a tres personas. Los medios tomaron rápidamente la versión policial, se olvidaron del gatillo fácil y bautizaron al hecho como la masacre de Pompeya.
Los efectivos de la comisaría 34 se dan cuenta que el hombre estaba inconciente y desarmado, le disparan 8 veces más al auto ya detenido, plantan evidencia y consiguen al testigo principal del caso, que casualemente es el presidente de la asociación de amigos de esa comisaría.
Federico Ravina es abogado, militante y se encarga de defender víctimas del gatillo fácil. En la entrevista relata un poco los motivos y los efectos que lo llevaron a contactar a Piñeyro para que haga la película.

Para los que no la vieron, pueden hacerlo online en Cuevana.

Entrevista a Guido Pera, de SaRGaM

Como le sucedió a muchos melómanos de este lado del mundo, el primer contacto de Guido Pera con el sitar fue a través de los Beatles. La introducción de "Norwegian wood" (de Rubber soul, 1965) tocada por George Harrison con este instrumento oriundo de la India, marcó uno de los puntos más altos -y globales- en lo que respecta a fusión entre la música occidental y los sonidos clásicos de ese país oriental. Aunque como afirma el entrevistado, "es muy poco lo que un verdadero sitarista puede ofrecer dentro de una banda de rock", ya que se encuentra limitado por estructuras y ritmos que en definitva le son ajenos: en la música clásica de la India no existen partituras ni compases.

Sin embargo, su primer acercamiento a la música fue a través de la guitarra, en su adolescencia. Años más tarde, ya sea por casualidad o destino, mientras Guido recolectaba información acerca de este particular instrumento y averiguaba la manera de conseguir uno, se encontró en la calle con un viejo compañero de colegio, que en ese entonces acababa de comprar un nuevo sitar y tenía el viejo a la venta. La transacción se realizó ese mismo día, hace ya más de diez años.

Hoy por hoy, Guido Pera no sólo continúa estudiando sitar, sino que también se convirtió en profesor (no maestro, ni gurú: profesor) y su lista de alumnos creció notablemente en los últimos años: "la web 2.0 y el surgimiento de las redes sociales ayudaron mucho en ese sentido", reconoce, mientras recuerda el trabajo que le costó conseguir una década atrás el correo electrónico de su maestro Ariel Chab, quien además es coordinador de SaRGaM, la escuela de música India en la Argentina, de la que Guido también forma parte.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Sala Alberdi: toma y represión en el CC San Martín

De espaldas al teatro de la Av. Corrientes, en el edificio de Sarmiento y Paraná, funcionaba la sala. Un escenario de práctica para estudiantes avanzados, un lugar donde podían presentar sus obras y en el que funcionaban unos 33 talleres de educación artística abiertos para 800 alumnos. En el sexto piso del Centro Cultural San Martín (CCSM) pasaba eso: funciones casi todos los días en una sala para 200 personas, con programación a la gorra, con varios espectáculos infantiles y que en su esplendor ha contado más de 40 mil localidades anuales. Hoy son 9 talleres, para 60 alumnos, no se dictan ahí ni se pueden presentar oficialmente.

Desde fines del 2006 hay un vaciamiento del CCSM que se percibe al entrar al edificio, de los 4 ascensores funciona solo uno y los otros no se arreglan, hay pisos completamente vacíos y otros que se alquilan para eventos privados. La entonces Ministro de Cultura, Silvia Fajre, bajo la jefatura de Jorge Telerman, ordenó desalojar la sala por decreto. Docentes y alumnos presentaron un amparo contra el gobierno de la ciudad, en marzo de 2007 se hizo lugar a la medida cautelar de no innovar y en septiembre de 2009, la jueza Fabiana Schafrik, a cargo del juzgado nº 5, concedió el amparo a favor de la comunidad educativa. La gestión había pasado a Macri, el ministerio a manos de Hernán Lombardi pero todo parecía igual.
Hasta el 2008 la sala respondía al director de extensión cultural, Daniel Donato, hasta que apoyó una marcha de los chicos en la calle Corrientes. El gobierno lo forzó al retiro voluntario, argumentó que la sala, de la década del 60, no tenía las condiciones de infraestructura para funcionar y la dirección de extensión cultural quedó dependiendo directamente del director de la Dirección General de Enseñanza Artística del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo Birman.
El fallo de 2009 establecía un plazo de 30 días para realizar las reformas necesarias -según el informe de bomberos “no se detectaron problemas graves”- y determinó que en el caso de que el plazo no fuera suficiente se deberían trasladar las actividades a un lugar de iguales características. Hace 3 meses que los alumnos mantienen tomada la sala con una muestra fotográfica de los lugares a los que el gobierno pretendió trasladarlos: paredes que se caen, cables pelados, techos agujereados y condiciones de infraestructura mucho peores de las que se los pretende salvar.
Los últimos capítulos de esta historia no son muy alentadores. Marcelo Birman denunció a algunos participantes por considerar que faltaban al código contravencional pero fue desestimado. La respuesta de los alumnos, que hace más de 2 meses permanecían en el pasillo, fue abrir la sala para mostrar el problema a la comunidad y la devolución no oficial no tardó en llegar: Hace 2 semanas, 4 personas intentaron reclausurar la sala y golpearon a los alumnos que guardaban la toma en ese momento.

Testimonio de una alumna sobre el problema


Declaración de Norman Briski en la toma de la sala.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Boulevard Atlantic Hotel: Un Bristol en Mar del Sur

Eduardo Gamba tiene 78 años y su historia junto al hotel empezó hace más de 60. Una tarde lluviosa,nadie en la calle y él abre amablemente las puertas del lugar, un bloque neoclásico construido en 1890 -dos plantas, techos estilo fracés- completamente en ruinas, ocupa una manzana entera en un pueblo de 300 habitantes. La imágen no cierra y dá un aire de misterio que hace difícil no querer saber: "¿Cómo llegó esto acá?".Enseguida pasamos a donde funcionaba el comedor, un cafetin de pueblo que también desentona con el resto del edificio.
El lugar había sido pensado como un complejo turístico por las características de la zona y porque se preveía que la estación del ferrocarril que seguiría a Miramar estaría allí. El consorcio quebró, el tren no llegó nunca y el inmenso hotel quedó construido a fines del sglo XIX, en el medio de la nada. Muy lentamente se fue amoblando y se convirtió en un lugar de élite: para alojarse había que tener un contacto que lo patrocinara.
Eduardo es un hombre seductor, todo lo que cuenta tiene un halo que hace difícil identificar qué parte es verídica: "tenía 17 años en 1933 y un amigo que venía con su familia me contó sobre los bailes, las cabalgatas y las chicas. Quedé muy entusiasmado, sobre todo por las chicas."
Durante su primera estadía conoció a una mujer: "fue en 1948, era una francesa y usaba bikini, imagínense el efecto que causaba en esa época". Sus intentos por conquistarla fueron estériles las primeras dos temporadas pero la tercera fue al vencida: "me hice amigo del conserje, organicé un ciclo de cine". Alain Delon fue el anzuelo para atraparla.
"Alquilé el hotel después de que el administrador muriera en el incendio de 1972, lo manejé por 15 años hasta que pude comprarlo y mantuve vivo el hotel hasta 1992, cuando me lo usurpó un mafioso de la zona que se llamaba Julio César Solá. Tardé cuatro años en recuperarlo y allí se me terminó de venir abajo", explica Gamba.
La historia de la usurpación tiene ribetes policiales e incluso el homicidio del el empresario Héctor Rubí González.
Eduardo Gamba es el Boulevard Atlantic Hotel y hay notas, películas e incluso un documental sobre ellos.


"ABIERTO SIEMPRE" /el comienzo/ from Mardelsur Abierto Siempre on Vimeo.

martes, 9 de noviembre de 2010

Milo para todos


Unos lo ven como uno de los artistas más talentosos de nuestro país que, con su estilo fresco, cercano e infantil supo renovar el circuito del arte. Otros como un aficionado, un marketinero, que más que un artista parece una fábrica de hacer y vender cuadros por la capacidad de promocionarse que tiene. Lo cierto es que Milo Lockett es uno de los pintores que más cuadros vende en el país, un fenómeno al que se puede admirar o repudiar, pero nunca ignorar.

Fue de todo antes de dedicarse de lleno al arte: desde ajero a verdulero. Tuvo bares y hasta una fábrica de remeras que quebró en el 2001 y lo terminó de empujar a su vocación. Hizo algunos talleres en Bellas Artes y con otros artistas y participó de la Beca Antorchas. Pero Milo es sobre todo un autodidacta, cosa de lo que se enorgullece, ya que lo liberó de prejuicios y estructuras rígidas y le permitió ser más libre y explorar nuevos caminos.

Además de pintar, Milo lleva adelante varios programas solidarios en los que enseña a niños de comunidades nativas a pintar (Estampando geografía). O la Gira Interminable, que consiste en pintar murales en jardines infantiles junto a chicos con síndrome de Down. No le rehuye a las entrevistas, en las que se muestra lúcido, astuto e hiperactivo. Ante medios como La Nación se sincera:

“A mí, como pintor, me parece interesante poder cambiar la realidad de las personas por unas horas o por unos días, no con la promesa de para siempre. Uno hace un taller para que se inicie un camino, no para solucionar nada. Algo que estuvo mal durante tantos años uno no lo va a cambiar pintando un mural, pero es un inicio, es arrancar un camino. Y es enunciar que pueden pasar otras cosas, que no está todo mal” afirma Lockett.

Sus obras solidarias son vistas por sus detractores como parte del fuerte marketing que impulsa. Él responde sin hesitar: “ Nadie está por fuera del mercado, los que dicen eso son mediocres que temen el fracaso. Es fácil adoptar una postura así. Si hacés arte es porque querés mostrarte, ganar plata y ser exitoso. Sino buscate un trabajo en una oficina y listo”.



"Aprovecho el error, si algo salió mal y me gustó, lo sigo. A veces son cosas graciosas, me divierto mucho. Trabajé mucho tiempo enojado, con bronca, renegaba contra el sistema. Después apareció la euforia, la compulsión por hacer más y más. Ahora la satisfacción es poder colaborar en lo social".


El chaqueño autodidacta ganó el Premio Revelación en el ArteBA de 2006. Su estilo infantil y naíf , sin pretensión de obra de arte se ha convertido en un fenómeno de ventas en el país y en el exterior. La rapidez con la que pinta, sumado a que trabaja entre diez y doce horas diarias, le permiten generar un caudal abundante de cuadros que se exponen en numerosas galerías. Para bien o para mal, Milo está en todas partes y es un éxito. Hasta sus críticos más acérrimos deben admitir que algo debe de tener.

"Yo aprendo con los chicos. Uno piensa que va a enseñar, pero en realidad termina tomando un material visual que en algún momento reaparece. Esos “baños de realidad” –como los llamo yo– para el artista son tan importantes como saber mezclar el rojo con el blanco".

miércoles, 3 de noviembre de 2010

"Proyecto Vestuarios": la argentinidad deportiva

Javier Daulte recrea la intimidad de dos equipos de barrio -masculino y femenino- que viajan al exterior para disputar un mundial de clubes, en un ámbito repleto de conflictos internos y con un sólo fin: la victoria.












La puesta propone dos obras distintas en un espacio común. Y tiene una explicación concreta: el director no lograba decidirse por hombres o mujeres. El resultado fue "Proyecto vestuarios", un proyecto que tiene como eje una problemática que abarca a ambos sexos, en donde lo interesante resulta identificar las diferentes maneras en que hombres y mujeres comparten la intimidad de un vestuario.

El deporte elegido es el lacrosse, popular en Estados Unidos pero prácticamente desconocido en Sudamérica. Consiste en usar un palo con una red en la parte superior para pasar y agarrar una pelota de goma, con el objetivo de meter goles en el arco contrario. En este sentido, el autor y director Javier Daulte afirma que el lacrosse es un pretexto, y que eligió un deporte desconocido para tomarse "todas las licencias del mundo". El destino, Hungría, funciona además como disparador para retratar la imagen de los argentinos en el exterior. Por otro lado, el ámbito de los vestuarios no le fue ajeno al director en su juventud.



Además de "Proyecto vestuarios", Daulte dirige "Un dios salvaje" en el Paseo la Plaza, y también es el guionista de "Para vestir santos", el unitario del Trece. Por si fuera poco, es programador de la sala Villarroel, en Barcelona. Trabaja demasiado y lo disfruta. Es uno de los personajes más prolíficos y buscados del circuito teatral. Y a la hora de elegir una etapa que le haya servido de usina creadora para sus historias y personajes, no duda en mencionar la infancia.



Una obra -o dos- basada en un deporte de equipo implica necesariamente un elenco relativamente joven, y Daulte en ese sentido siempre se las ingenió para encontrar alguna gema del under que pueda darle lo que busca. También hay figuras reconocidas como Héctor Díaz, quien interpreta a un jugador veterano que maneja los hilos del equipo a la par del entrenador. La puesta es ágil, y hay que estar atento para no perder algunos detalles. La obra propone un ambiente acelerado y mucho diálogo, en donde todo -la lealtad al equipo, la amistad, la traición- se termina reduciendo al resultado de un partido, y sus posibles consecuencias.

Algo que el director rescata de este proyecto es la posibilidad de cuestionar determinados comportamientos sociales a partir del juego, pero sin perder validez artística, en un ámbito "donde lo público y lo privado se superponen". Un panorama distinto al de su generación.



Trabajando con Daulte

Entre los personajes jóvenes que integran ambos elencos, se encuentra Joaquín Berthold, un actor que hizo su experiencia fundamentalmente en el teatro (luego el cine y la televisión, en ese orden) y que en los últimos años empezó a codearse con directores como Andrés Bazallo y Luciano Cáceres. Su participación en "Proyecto vestuarios" significa una gran vidriera. A la hora de encarar su personaje, Berthold pudo sacar provecho a su experiencia en el ambiente deportivo: juega al hockey desde la infancia, e incluso integró la selección varios años: "En un vestuario no sólo entra en juego la intimidad, sino también cuestiones como la camaradería, la amistad. Los códigos que se manejan en el equipo, y la forma en la que se relacionan los jugadores".




"Proyecto vestuarios" en Espacio Callejón, Humahuaca 3459
Vestuario de hombres viernes a las 21 y sábados a las 23
Vestuario de mujeres: sábados a las 21 y domingos a las 20