Como le sucedió a muchos melómanos de este lado del mundo, el primer contacto de Guido Pera con el sitar fue a través de los Beatles. La introducción de "Norwegian wood" (de Rubber soul, 1965) tocada por George Harrison con este instrumento oriundo de la India, marcó uno de los puntos más altos -y globales- en lo que respecta a fusión entre la música occidental y los sonidos clásicos de ese país oriental. Aunque como afirma el entrevistado, "es muy poco lo que un verdadero sitarista puede ofrecer dentro de una banda de rock", ya que se encuentra limitado por estructuras y ritmos que en definitva le son ajenos: en la música clásica de la India no existen partituras ni compases.
Sin embargo, su primer acercamiento a la música fue a través de la guitarra, en su adolescencia. Años más tarde, ya sea por casualidad o destino, mientras Guido recolectaba información acerca de este particular instrumento y averiguaba la manera de conseguir uno, se encontró en la calle con un viejo compañero de colegio, que en ese entonces acababa de comprar un nuevo sitar y tenía el viejo a la venta. La transacción se realizó ese mismo día, hace ya más de diez años.
Hoy por hoy, Guido Pera no sólo continúa estudiando sitar, sino que también se convirtió en profesor (no maestro, ni gurú: profesor) y su lista de alumnos creció notablemente en los últimos años: "la web 2.0 y el surgimiento de las redes sociales ayudaron mucho en ese sentido", reconoce, mientras recuerda el trabajo que le costó conseguir una década atrás el correo electrónico de su maestro Ariel Chab, quien además es coordinador de SaRGaM, la escuela de música India en la Argentina, de la que Guido también forma parte.
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