

La puesta propone dos obras distintas en un espacio común. Y tiene una explicación concreta: el director no lograba decidirse por hombres o mujeres. El resultado fue "Proyecto vestuarios", un proyecto que tiene como eje una problemática que abarca a ambos sexos, en donde lo interesante resulta identificar las diferentes maneras en que hombres y mujeres comparten la intimidad de un vestuario.

Además de "Proyecto vestuarios", Daulte dirige "Un dios salvaje" en el Paseo la Plaza, y también es el guionista de "Para vestir santos", el unitario del Trece. Por si fuera poco, es programador de la sala Villarroel, en Barcelona. Trabaja demasiado y lo disfruta. Es uno de los personajes más prolíficos y buscados del circuito teatral. Y a la hora de elegir una etapa que le haya servido de usina creadora para sus historias y personajes, no duda en mencionar la infancia.
Una obra -o dos- basada en un deporte de equipo implica necesariamente un elenco relativamente joven, y Daulte en ese sentido siempre se las ingenió para encontrar alguna gema del under que pueda darle lo que busca. También hay figuras reconocidas como Héctor Díaz, quien interpreta a un jugador veterano que maneja los hilos del equipo a la par del entrenador. La puesta es ágil, y hay que estar atento para no perder algunos detalles. La obra propone un ambiente acelerado y mucho diálogo, en donde todo -la lealtad al equipo, la amistad, la traición- se termina reduciendo al resultado de un partido, y sus posibles consecuencias.
Algo que el director rescata de este proyecto es la posibilidad de cuestionar determinados comportamientos sociales a partir del juego, pero sin perder validez artística, en un ámbito "donde lo público y lo privado se superponen". Un panorama distinto al de su generación.
Trabajando con Daulte
Entre los personajes jóvenes que integran ambos elencos, se encuentra Joaquín Berthold, un actor que hizo su experiencia fundamentalmente en el teatro (luego el cine y la televisión, en ese orden) y que en los últimos años empezó a codearse con directores como Andrés Bazallo y Luciano Cáceres. Su participación en "Proyecto vestuarios" significa una gran vidriera. A la hora de encarar su personaje, Berthold pudo sacar provecho a su experiencia en el ambiente deportivo: juega al hockey desde la infancia, e incluso integró la selección varios años: "En un vestuario no sólo entra en juego la intimidad, sino también cuestiones como la camaradería, la amistad. Los códigos que se manejan en el equipo, y la forma en la que se relacionan los jugadores"."Proyecto vestuarios" en Espacio Callejón, Humahuaca 3459
Vestuario de hombres viernes a las 21 y sábados a las 23
Vestuario de mujeres: sábados a las 21 y domingos a las 20
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