
Esta obra no hubiese sido posible si Thompson no se adentraba en las filas de la pandilla y se unía a ellos varios meses. Finalmente, lo hizo durante un año, logrando mimetizarse sin hacer -en general- demasiado ruido, y registrando todo con su tenacidad y su particular estilo. No es de extrañar que el autor dedique el libro a "los amigos que me prestaron dinero y me mantuvieron misericordiosamente desempleado" durante el tiempo que rodó con los Hell`s Angels.
A lo largo del relato, el reportero deja de ser un observador para convertirse en un partícipe central de la historia, Thompson escribe frases como ésta: "tensos para la acción, pelo largo al viento, barbas y pañuelos ondando, pendientes, sobacos, cadenas, cruces gamadas y Harleys desguarnecidas mientras el tráfico se abre por la 101, nervioso, para dejar que pase la formación como el estallido de una tormenta de polvo", todo esto obviamente observado desde una motocicleta, con lo cual el autor no necesita imaginar esa sensación porque realmente la vivió.
De todos modos, la historia no tuvo un final demasiado feliz: ya desgastada la relación, el autor

Lo cierto es que en 1970, Thompson produjo un verdadero quiebre en el periodismo al publicar "El Derby de Kentucky es decadente y depravado", artículo por el que irónicamente pensó en principio que sería despedido. Ese fue el verdadero nacimiento del "periodismo gonzo", donde además de contar la historia desde adentro, lo hace de una manera surrealista y con una subjetividad arrogante: Hunter Thompson no escribió una sóla línea de la carrera, si no que se dedicó a retratar la decadencia de la multitud presente en el hipódromo, y fue un éxito.
Sin embargo, lo que encontró el autor a partir de ese momento fue su manera definitiva de plasmar sus ideas en el papel: su estrategia y su rol como personaje central en sus historias ya habían tenido un duro bautismo con los Ángeles del Infierno.
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