Desde la semana pasada y hasta el 7 de febrero, el Museo de la Fundación Constantini presenta una de las mayores recopilaciones de esta artista: "más de 100 obras que hacen foco en su producción histórica de las décadas del 60, 70 y 80".
La gran bestia pop fue amiga del gran Andy Warhol y desde chica fue una mimada de los mecenas, desde el intituto Di Tella hasta Constantini. Fue una de las figuras del insittuto en los 60 y es recordada por algunas de sus producciónes de arte efimero o sus instalaciones: una suelta de conejos y palomas para fotografiar las reacciones de la gente o un enorme laberinto con varias estaciones en plena calle Florida.
La muestra incluye trabajos recordados, además de otros poco conocidos que salen a la luz a partir de la investigación que la curadora Victoria Noorthoorn hizo en el archivo de la artista.
En su página oficial rescata una anécdota de estas presentaciones:
"¡Corten! ¡Corten! ¡Sáquenme de aquí a esta mujer demente!”. Así entró Marta Minujín –la “mujer demente” en cuestión– a la escena de los mass media argentinos. Eso fue lo que gritó Augusto Bonardo, un olvidado conductor televisivo, cuando se vio atrapado en un happening de “la Minujín”. Corría 1964 y el pobre Bonardo quedó en medio de un caos protagonizado por un grupo de enloquecidas gallinas, varios robustos muchachos enfundados en slips y un desconcertado pony: los elementos que integraban la obra."
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